JUNIO 2016
“Retratos por Schemper – 25 Figuras del Arte Argentino”. Curada por el grupo de prácticas profesionales 2016 de la carrera Curaduría e Historia del arte, de la Universidad del Museo Social Argentino.
Se presentarán 25 fotografías de diferentes personalidades del mundo del arte argentino tomadas por la fotógrafa Alicia Schemper.

Por Amanda Nascimento

“Ayer mientras veía la lluvía, miraba fotos y pensé el tiempo como algo fluido, en el cual la fotografía es una gota, o menos, el momento inmediatamente anterior a su formación; la captura que a llegar a nosotros, nos completa y nos inunda. En seguida empecé a pensar en el trabajo de Alicia, pero antes fue inevitable que no pensara en todo lo que NO era el trabajo, lo que estaba en movimiento, es decir, los momentos que compartimos en esta fluidez temporal. Llegué a Buenos Aires hace casi 5 años y a los pocos días nosotras dos nos conocimos. Empezaba a ser su alumna en el Sindicato de Cine y uno de mis primeros recuerdos es que me preguntó si yo había vivido en España, por que hablaba así con la zeta. Yo decía Lucía, zapato, zurdo… Con el correr de los años, ha cambiado mi forma de hablar y también nuestra relación, que se convirtió en una gran amistad.
Les hago esta introducción pues creo que es difícil crear/construir algo que no sea desde lo personal. Así que hablando de las fotos de Ali, también estoy hablando de nuestras charlas, de sus gatos (Antonia, Sumiu, Moro), de los vinos tomados y dulces de guayaba regalados, de películas, de Bossa Nova (“fotografei você na minha rolleiflex…”), de miles de historias que se fueron generando desde nuestro encuentro inicial. Además, ya estuve en la piel de ser fotografiada por ella, sola, con amigos, con mis papás y al ver sus fotografías, me imagino presente en estas situaciones.
Pienso en como Alicia los está viendo y, más allá de eso, en como ellos la están viendo a ella, de que charlan, de que se rien, que cantidad de cosas pasaron en estas sesiones. Sé también que este proyecto de Alicia se relaciona con lo personal, que motivada por su cercanía y pasión por el tema desde chica, se sumergió en la búsqueda de estos retratos. Y buscando, se encuentra.
(Me gusta pensar que) Retratar es encontrar al otro; y también (o principalmente) encontrarse. Este momento que comparten los dos sujetos – fotógrafa y fotografiado – es de exploración constante, donde uno va siendo y cambiando en un proceso de devenir en el cual se establece un suave hilo de intimidad (una intimidad fotográfica), tan frágil como la imagen latente, y que va a develar que sí, nos vemos (yo te veo a vos y vos a mí), pero ¿cómo nos vemos? y ¿cómo nos proyectamos mutuamente? En resumen, los dos involucrados van elaborando su imagen hasta el momento que (clic) algo de la orden de la magia sucede y el recorrido de la luz entre los dos queda plasmada.
Barthes, en medio a las reflexiones de su famoso libro “La Cámara Lúcida”, se refiere a la máquina fotográfica como “relojes de ver”. Esa luz plasmada no sería, sino, un fragmento de tiempo condensado en que cada uno está revelando su intimidad.
De este modo, volviendo a lo personal, me parece muy interesante pensar que el libro de Alicia se intitula Retrato (en singular) de artistas (en plural), como si además de este trabajo ser un importante e incontestable registro de/ y para las artes visuales en Argentina, su conjunto de artistas retratados constituyeran también un único retrato: lo de la persona de Alicia, recorriendo su propio camino.”