IMPERMANENCIA. Retratos fotográficos de un mismo cielo.
Inauguración: Martes 6 de junio 19hs.
Cierre: Jueves 29 de junio


Los cielos que aquí se presentan fueron registrados en la ciudad de Buenos Aires a lo largo de 15 años desde el mismo balcón.
21 obras elegidas entre 7000 cielos.
La mirada opera como una caja de resonancia de las vibraciones del paisaje. La escena es de aquello que es imperceptible y que la cámara rescata en el instante de su desaparición, en el borde de lo inefable.
Las fotografías de Mariela Pietragalla resultan una revelación que va mucho más allá de los recursos de la fotografía artística. Ocurre en los bordes de la acuarela y la pintura, como si fuese un comentario sobre la vida o una idea pictórica de hacer cine desde la fotografía. Su trabajo convierte un trozo de papel en una ilusión seductora, en un momento de verdad y belleza…un artificio poético que busca mantener un espacio estético donde, de pronto, todo se nos hace más claro.

Alejandra Portela


IMPERMANENCIA. Retratos fotográficos de un mismo cielo.

Hernán Giagante
Es posible elaborar una comprensión de la problemática que plantea el arte contemporáneo si nos situamos dentro de la órbita del orden oftalmológico. Es decir, ceñir un espacio entre el ojo y lo que detiene la mirada, y anudar allí la problemática del ver.
Por ejemplo, al pensar en dónde se afirma el fondo en el que el cielo se corona. ¿Concurre una densidad a interponer algo en el espacio transparente? Una hipótesis: ¿Y si efectivamente el exterior fuese tan sólo una especulación? ¿Si la más contundente evidencia sellara, en forma irrefutable, que el afuera y el adentro fuesen no más que sombras aventadas en un espacio inagotable? Si pudiéramos privarnos de la incansable vocación de cercar el dominio en dónde duramos, o de fijar un límite al reino en dónde faltamos, lograríamos percibir que entre un cielo y el propio existe un desencuentro. El cielo que vemos, es el cielo que creamos viéndolo.
Un plano oblicuo, translúcido, suspendido en altura, y ante él una mirada que se debate entre poder vislumbrar lo nuevo o crear siempre lo mismo. Entonces, orquestar un cielo resulta, tan sólo, la nítida trama de un ardid. Cruzar el vano de una puerta, inventar el afuera y dejar en él un resto del adentro. La puesta en escena de la mirada, apresada en la inmensidad de lo intermedio.
Un panorama compuesto por cielos; uno para cada día, y dentro de cada cielo un círculo levemente cóncavo brindado como amparo a la evocada intimidad. Son los cielos de Mariela Pietragalla. Auroras y ocasos. Mirar sus cielos, es indagar sobre lo propio.

Mariela Pietragalla
Buenos Aires, 1965. Realizadora cinematográfica, docente en el área audiovisual y Lic. en Musicoterapia. Sus inagotables inquietudes en el campo de la música, la imagen y las culturas orientales, la han hecho transitar viajes y estudios por la India, Japón, y Turquía entre otros; nutriéndose del Sitar, los Taikos japonéses, la dirección de orquesta, la escritura del Haiku y algunos trazos del Sumi-e. Docente apasionada en el universo cinematográfico, lleva más de quince años filmando y retratando cielos bajo una gran introspección y reflexión sobre la Impermanencia. Mirada con la se expresa en estos cielos, “sus cielos”, registrados desde hace quince años de un mismo balcón del piso 12 donde habita. En cine dirigió Reflejos. Documental sobre la Obra de Gustavo Fontán (codirigida junto a Ignacio Verguilla) y La Otra Memoria del Mundo, de inminente estreno. Autora del Libro Fotográfico “El Bosque Inmanente”. Editorial India – 2018. Argentina. Autora de Haikus en la 6ta Antología de Haikus. Coordinación Liria Miyakawa.

Registros fotográficos y videos de Mariela Pietragalla, intervenidos por los artistas Susana Barbará, Damian Slipoi, Barbara Scandroglio en exclusiva para esta muestra.