Actualmente existe consenso en relación a que cuando un fenómeno se expande en forma epidémica, existen factores de causación social que lo determinan, razón por la cual, la magnitud poblacional del consumo de sustancias debe ser comprendida y abordada desde una perspectiva sociosanitaria que coordine la asistencia social, educativa y sanitaria incluyendo líneas de acción generales y específicas. Esta perspectiva aborda al usuario de drogas en base a la promoción, prevención y atención sanitaria, así como desde la integración social, incluyendo tanto el acompañamiento de la familia como el de la comunidad de pertenencia.

Desde la Perspectiva de la Organización Mundial de la Salud y desde lo planteado en la reunión de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Problema Mundial de las Drogas (UNGASS, 2016), se afirma que la interacción entre la perspectiva social y sanitaria favorecen la calidad, equidad y el uso eficiente de los recursos. Las políticas en adicciones deben ser transversales incluyendo en primer término aspectos sociocomunitarios determinantes en la cronificación del consumo a ser abordados con estrategias de promoción y atención primaria de la salud.

Los cambios mencionados en el patrón epidemiológico del consumo de sustancias requieren del afianzamiento de un modelo de abordaje sociosanitario integral de atención multidisciplinar, basado en la calidad y en la adopción de medidas de tejido de redes comunitarias y de apoyo social ya que la formación de los profesionales en dicho modelo, garantiza los servicios y el nivel de calidad a una población creciente de usuarios de drogas, demandante de dichos servicios.

En este sentido, dicho enfoque requiere de evidencias científicas para establecer los criterios de abordajes preventivos, asistenciales y de integración y reinserción social de los padecimientos psicológicos, sociales y sanitarios asociados al consumo de sustancias. Por lo tanto, se hace necesario el fortalecimiento de la formación profesional, la difusión de conocimiento científico y evidencias aplicados a la formación de postgrado en esta problemática.

A su vez, existe en toda la región una imperiosa necesidad de formación porque los profesionales del sistema de salud y de diferentes servicios sociales y comunitarios, que se topan directa o indirectamente con la problemática y demandan capacitación específica.